Existen muchos reinos caídos, otros olvidados y muchos que están por aparecer, las dinastías se caen o se marchitan, pero el corazón del hombre y la mujer siguen palpitando con fuerza en un universo extraordinario de complejidad, inciertos aciertos, vidas quebradas o funciones basadas en sueños cumplidos o incumplidos, riqueza y pobreza, estamos sumidos en un reino humano muy complejo.
Encontramos un denominador común en todos, estamos solos, aunque hablemos, aunque discutamos, estamos solos. Esa soledad profunda del corazón solo puede ser llena por aquel que la dejó ahí, ese es Jesucristo.
No tenemos las respuestas para todo, de hecho trataremos de buscarlas y encontraremos muchas buenas respuestas a la vida. Llenaremos nuestra vida con mucas soluciones, pero la del alma, solo se llena con la fe puesta en Jesús, sacia, cumple, energiza y sobre todo salva.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10
PabelBG.