Azul, muy azul.
Dicen, los susurros cuentan…. Un momento que se detiene, un lugar incómodo, un clima inesperado, o un calor que carcome, una presa expuesta a un depredador… los días pasan, muy pocos lo ven, pero si la ven bien apreciada es, se rompe su escudo y siendo tan débil, aun mundo torrente entró, en su fragilidad y su bondad… Dios la hizo así, una mariposa sabe más, y sin importar el lugar o el momento, sale de su capullo para liberar sus colores y sacar suspiros en su revolotear.
Y nosotros, a veces queremos ser fuertes, ser maduros y por qué no, obstinados, pero fuimos liberados también a vivir en el torrente sin parar de la vida, pero Dios sabía que también somos frágiles, y nos ha provisto de su amor para lograr volar hacia Él, no dude mi estimado lector, que si con fe y con humildad nos acercamos a ÉL, su preciosa luz no dejará de brillar en tu oscuridad.
Y cómo dijo Jesús: “Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.” Jn 3:16
PabelBG.