Fue a los 12 años cuando Vanesa se preguntó: ¿qué hago aquí? ¿Para dónde voy? ¿Cuál es el objetivo? Demasiado profundo para una cabecita que aún le falta mucho desarrollo. Pero todos, en algún momento, nos la planteamos.
El asunto importante es saber obtener buenas respuestas, y muchas son de gran valor, otras no tanto. Algunas pueden ser muy superficiales, otras muy altruistas. Tenemos de todos los colores, la vida nos demanda y le demandamos también.
¿Un día le preguntaron a Jesús algo parecido, que es lo más importante?
Cuando le preguntaron que cuál era el mandamiento más importante, Jesús dijo, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Este es el primer y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a este. Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39).
Vale pensar cuál es el objetivo de la vida, igualmente válido será si lo vale. Para Jesús, amar a Dios era lo más importante sin dejar lo demás. La pregunta que me planteo es: ¿Estoy amando a Dios realmente?
PabelBG.